3.28.2011

PAOLA.


Seducia al caminar con swing sobre el aire mismo.


Se llamaba como el viento le soplara al oído, a mi me toco oír paola.

Medía siete planetas y dormía bajo las olas, lanzaba besos al gusto y algunos cayeron por tipos de menor visión que se quitaron al descubrir lo que querían, totalmente contrario a lo que pensaban.

Hablaba de la vida como una alma nueva, como quien descubre que caminar sin zapatos es caminar de verdad sin necesidad de otros aparatos. Observaba los detalles de todo y se sorprendía de escuchar hablar a quien hablaba sin pensar, al oir los altibajos de la voz de aquel causados por las mentiras, mezcladas con verdades entre diferentes tonos, le causaban una extrañeza tan seria que no podía, ni pensaba, en ocultar su desconcierto. Guardaba silencio si el otro hablaba, ella quería escuchar que tenia el otro para contar y aprender del sujeto que los pasos de cada uno habían traído hacia ella y viceversa.

Mostraba sus artesanías sin el menor decoro, sin humildad prefabricada para no parecer egocéntrica pero sin el mas leve aire de superioridad, eso si con huracanes de autosuficiencia que desconcertaban al acercarse.

Sonreía con la boca, con los ojos, con la nariz, con el rostro entero, sonreía de verdad y no de dientes hacia afuera. El alma se le salia hasta tocarte y jalarte esa mueca de amargura para que descubrieres que este momento era feliz y no ordinario, era un momento especial por estar con ella y ella hacia que lo supieras.

Me llego a tocar varias veces, todas inolvidables, todas eternas. Solo pequeños roces de "disculpa, te rocié. Deja te limpio." Su mano palpaba la superficie de mi brazo, su respiración cerca de la mía viendo fotos de su obra mas reciente, huracanes en torno de mi nuca, su mirada amarrando la mía a 7 centímetros el uno del otro. Mierda, irremediablemente enamorado y lógicamente insuficiente para ella.

Piel morena, ojos negros, cabello enmarañado, ropa como necesidad y no como accesorio para retocar su estética, sandalias y una mochila.

Un tercer ojo, un olor extraño, un alma demasiado grande para el mundo donde vive.

No hay comentarios:

LIBRERO DE RAP DE CAFÉ

Shelfari: Book reviews on your book blog