LA PAZ DEL MANANTIAL.

Basta de caras, juegos y estrategias.

Quiero besos, caricias y promesas, acurrucos en mi pecho, nidos en tu espalda, vivir entre tus noches y dormir en tus pestañas...

Basta de egos, orgullos y miedos.

Quiero tardes, abrazos y gestos, despertar con tu voz, soñar en tu cintura, morirme entre tus piernas y y contagiarte mi locura...

Odio tener que jugar un juego que no se jugar, si me voy es por que quiero irme, no por que quiero causar suspenso. Tardo años en decidir sí quiero, tardo vidas para decir te quiero. Vida deja de hacerme caras y de darme la espalda, si tu y yo sabemos que quieres hacerme pucheros y darme besos. Soy difícil lo se, pero valgo la pena y no digo que tu no, pero lo tuyo es pose, lo mío locura y me ha causado bajas antes, bajas que lamento, pero no echo de menos, no hoy. Ellas se fueron porque tuvieron que hacerlo y tu te iras si tienes que hacerlo, yo no soy de los que detienen, aunque me mate, dejo que vueles lejos. Aprendí que las alas descansan solo cuando ya volaron suficiente. Cuando no, las plumas brillantes se opacan y sobreviene su otoño. No estoy para armaduras, ya luche demasiadas guerras. Quiero el flujo del río y la calma del manantial carcelero del nardo.

Yo fluyo, ¿me acompañas?