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-¿Que vas a hacer?
-No sé. No se carajo, es que… mira esto es lo que pasa; ella me encanta, me gusta cómo se ríe, su sonrisa, su voz y su estética ni se diga y su forma de ser vaya decirlo está de sobra y cuando estoy con ella, si, si me siento incomodo porque, porque quiero decirle tantas cosas que tengo que guardarme.
-Y por qué te las tienes que guardar solo dilas y ya. Carajo que si sigues así perderás la apuesta.
-Un carajo la apuesta, no es tan fácil, es que hay dos formas de ver las cosas. Como yo siempre las veo y como las ve la gente. Como yo siempre las veo son así; te gusta la chica, dile. Díselo y si no le gustas siguen como si nada y, si le gustas, ya la hiciste; pero cuando yo le digo que me gusta es como soltar un aguacero imparable, aunque me diga que no, lo sigo intentando y mi único objetivo es ese, lograr que cambie su respuesta y no quiero eso, no la quiero hacer sentir incomoda, prefiero platicar con ella como si no se me nublara la cabeza y solo soltara cosas tontas, porque en realidad cuando la veo solo tengo en la cabeza una cosa; hacer mil cosas con ella. Pero quizá no se da cuenta y piensa que soy estúpido y eso está bien mientras no se aleje. La otra forma es no decirle nada por miedo a perderla aunque no la tengo, que es lo que hago porque si, cada que la veo o pienso en ella pasan cosas que nunca me habían pasado, cosas relacionadas con un colibrí, una cajita de fósforos y muchas cosas mas pero quizás, son señales de que podemos ser buenos amigos y solo eso y, no quiero que cambie conmigo.
-Bueno, y entonces te disparo yo o te disparas tu.
-¿De qué hablas?
-Pues a lo que me dices yo no veo otra salida; te encanta, te la pasas bien con ella pero no le quieres decir nada y no aguantas las ganas de decirle algo entonces, estas muerto hermano, no tienes nada que hacer, suicídate. Que horrible vivir así. Que te guste alguien pero que te importe tanto ese alguien que, no puedas decirle nada para no perderlo o hacer que cambie su forma de ser contigo.
-… amigo, le voy a decir.
-Hey ¿qué paso? ¿Por qué cambiaste de opinión así?
-Hay tantos pros como contras, y si algo me gusta de mi es que siempre juego el todo por la nada aun con probabilidades 99 contra 1.
-¿Es de esas decisiones espontaneas que cambian tu vida cierto?
-Depende
-¿De?
-De lo que diga ella.
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