Y le dije adiós con un mensaje de texto en el celular y no por cobarde sino porque no había otra manera de no esperar otra semana más. Cosas por el estilo que de verdad no tenían nada para disculpar, me senté en mi silla y me puse a escuchar, creí lo que decía por no tener nada mejor de que hablar pero me canse de no verla para que me siguiera mintiendo, y sin verla ni tenerla, ¿de qué sirve que le quiera creer? por eso me aleje de sus ojos, de esos que entre tanta farsa les cuesta respirar, adiós flaca, me deje de engañar. Te quise creer todo lo que dijiste pero, exageraste tres domingos sin llamar. La última se largo por menos, dime, ¿que podrías esperar?
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