Encorvado en mi mesa a las... cinco y media,
esto de vivir así ha pasado a ser comedia,
no se si llamarle vicio pero el insomnio asedia,
hace ya 2 años deje de tomarme como una persona seria;
hablo mucho y hago poco, de mis canciones,
lo único cierto es que bebo café como loco
y no es que mienta, es que le meto tanto al coco,
que lo que dije hace dos párrafos ya me parece tonto.
Soy tan adicto a ser adicto, que modifico mis vicios,
hago alquimia de lo bueno a lo exquisito,
ser escritor no, no es un oficio es una adicción,
¿Rehabilitación? ¡No! De esto solo sales muerto,
y no lo veo tan lejos, con 21 inviernos,
he perdido ya a mi corazón izquierdo.
¿Estamos de acuerdo? Sin ángeles, no hay cielo;
desde que te largaste me refugio en este infierno
y es que ¿ Que vicio mas mio, que este tan ajeno?
Desgloso su nombre en textos que atiborran el cuaderno,
no puedo dejar de hacerlo, estoy enfermo,
y me desangro cuando sueno en las bocinas de su estéreo,
¿Quieres verme? voltea arriba vida, los escritores,
somos de existir etéreo, en serio, preparo mis maletas
y me largo de este hemisferio.
La heroína es inofensiva ¿No me crees?
Ha de ser que no has llegado a ver,
en los brazos de otro a la niña de tu vida.
La tristeza se fuma a cada calada se busca,
que el paladar se entuma pero solo la garganta se anuda,
¿Que diría Neruda, de su vicio hoy en día?
Si la niña que jugaba a ser mama, hoy juega ser mujer en la cama de mama...
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