AMIGA.

Acostado en esa cama, totalmente desnudo, se que no me lo creería pero la veo como una tremenda dama, como una gran mujer, la considero amiga aunque casi nunca nos lleguemos a ver. Se que no me creería si yo le dijera que adoro esa foto porque he soñado con la vida que tiene ella. No se a donde voy, no se a donde iré a parar, pero se que quiero ver a un hijo mío llegar a jugar, a mi mujer acostada, muerta de cansancio y a nuestro perro viéndome fijamente mientras yo pierdo la tristeza acumulada, pero no... no es momento y lo se. Aposté todo por un sueño y sacrifiqué un millar mas de cosas en el camino, amigos que dejé, ex novias que tanto amé, salarios y trabajos con los que sueña usted y eme aquí, tratando de equilibrar, una vida que llaman imposible con la posibilidad, tratando de ganarle a la fuerza de gravedad, haciendo que la levedad sea infinita. Y se que no me creería si yo le dijera que la admiro tanto, quizá me recuerda a mi madre a su edad, con un niño pequeño y sin idea de hacia a donde apuntar... quizá no me creería y por eso no le pude contar, que admiro como sube la cabeza, que admiro como sonríe a cada día pero siempre me he preguntado porque no la he visto llorar. Me gustaría preguntarle que siente, como le va, sinceramente cuanta rabia tiene, cuantas ganas de gritar, si ya lo ha superado y me quisiera disculpar en nombre de todos nosotros incluido su servidor, por supuesto, que sigo sin entenderlo, que no logro captar porque todos somos tan insignificantes delante de una mujer, porque somos tan patanes, porque no nos podemos comportar a la altura de la creación que tenemos delante de nosotros, bajar el rostro y sonreír, ayudarla a soportarnos y a seguir en un mundo que no es el suyo. Mi amigo la mujer vino a este mundo para curarnos el dolor, ninguna de ellas tiene porque quedarse aquí y nosotros... y nosotros nada mas que unos hijos de puta.

Amiga, te admiro mucho.