DISPENSARA LOS HURACANES.

Disculpara usted las molestias que mis flirteos espontáneos puedan ocacionarle y mas aun los daños emocionales que mi sinceridad le cause pero siento en toda medida, una obligacion implícita de confesarle que todo intento de obtener cariño en esta tierra árida acabara en infructífera tarea. Que los besos que le robe o que usted arrebate podrán ser tiernos y diestros, sin duda por el millar de veces practicados en diferentes sujetos de investigación, otros monos de laboratorio como yo, cabe aclarar. Mas nunca estarán cargados de emoción o simpatía, jamas encontrará algún deje de esperanza o recoveco emocional para aferrarse y no soltar, eso, sabiendo la realidad, sería darle falsas esperanza y por ello he saneado conscientemente cada minúsculo rincón de mi persona, eliminando toda muestra de afecto, pensando únicamente en usted y otras aventureras que intentasen tal ato suicida. Notará usted que por mas candente que la situación pueda tornarse, estos de los que hablo seguirán fríos en todo momento y medida, sin dar opción a cambiar de estado anímico ya que para eso, fueron entrenados contra su voluntad, en días mas robustos y jóvenes. Las caricias gratuitas que se me escapen se deberán solo a reflejos autómatas causados por mi inconsciente, debido posiblemente a la similitud del momento presente con el recuerdo de algún otro en el que estas, eran mas numerosas y no tan desérticas. Disculpara todo mal entendido por las sonrisas, los abrazos, las palabras y las promesas pero en esta misiva la aclaro a usted que todos estos elementos son gestados solo para mi, con la mera intención de llegar al convencimiento o al engaño, de que alguna relación amorosa en la que pueda yo sumergirme tendría oportunidad alguna de llegar a ser feliz, sin masoquismo y despertar en este marchito, algún brotecito de cariño.

Por su atención e infinita paciencia, muchas gracias, puede usted dar ahora la espalda y continuar su camino.