Pintar como forma de vida, si deja dinero ya veremos, a manos de un velero cargadito de anhelos, deseos y mis sueños navegando por la turbia realidad que hace olas. Suplicando, no el descanso pero si un amaine, solo para respirar de los labios de mi amante. No quiero ser otro preso, prefiero un exiliado, un excluido de sus celdas cosmopolitas, mientras el corazón joven arde por ver nuevas tierras y andar nuevos a parajes. Y si deja dinero ya veremos, mi vida, si vas a quedarte ten lista tu maleta, no guardes los sueños y vámonos que nos come el mundo entero. Te creo, si me dices que me quieres, me lo trago completito y hasta me siento especial, que mas da ya. Recogiendo migajitas que van dejando los demás y caminando como caminan los que nada temen, nada esperan, nada quieren. Enamorarse de un ladrón a medio puerto, bajo pretexto de un príncipe que se ha vuelto abuelo. Mi vida, solo prometo no aburrirte, inventarte historias para dormir y soñarte para tenerte, pero diferente a todos esos que profanan tu templo. Princesa, yo no te tocaría sin rezarte antes. Y vámonos de la ciudad escritor, que la vida se me antoja caprichosa, escapo de ella como puedo. Si, por eso bebo, por la falta del calmante de tus labios de grosella, adicto al peligro de tus payas barbarescas.
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