INQUEBRANTABLE.

Y a veces no puedes. A veces lo odias. A veces te lo arrancas. a veces lloras. A veces huyes. Pero siempre a solas, escondido, donde tu segundo de debilidad sea secreto, que nadie lo vea, que nadie descubra que también flaqueas y se sientan seguros.

Sabiendo que lo que tanto amas, da el carácter pero que es algo mas, algo que llevas en la actitud, en el temple, en el hecho de "ser mas alto". El que no se rinde, no se vence, no se cansa, no para. Y ahí  a solas, tras la imagen inquebrantable, feliz y sonriente, seria al punto, terrible por ellos, imparable por el hambre, te caes. Y la extrañas, y sabes que ella estaría incondicionalmente, entendiendo que solo eres un niño atrapado en el cuerpo del hombre, en la estampa de un líder  en la mascara de un "inquebrantable". Que ella te dejaría llorar en secreto, en su hombro, antes de decirle que la amas, antes de hacerle el amor, antes de darle las gracias por estar ahí, antes de quedarte dormido a su lado como llevas años sin dormir; tranquilamente.

Entonces sales de ese ensimismamiento, te pones los tenis, la mascara y sales ser "inquebrantable".