Suelta a tus gemidos y que corran por la casa, que se paseen con las ganas y que corran a los complejos, déjame llevarte de la mano a que conozcas tus fetiches.
Vamos a partir la tierra, a estrellar planetas y sin despegar los culos de la cama a saborearnos, entrelazados en un ocho de pecados y calma, confieso que a veces cuido mis besos para no dejarte toda el alma y si cambia la historia mi amor avísame, estoy detrás de ti descifrando el mapa de tu espalda, contando los hilos, los huecos y perversiones, esas que te hacen más linda por vivir escondidas en semejantes ventanas.
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