Lunas viejas.

Y me siento impotente cada que el motor latente me dice: detente, peligró aldente. Al borde de la locura y ya no tengo fe en la gente o es que le quiero creer aunque más me creo que miente... Lo duro son las fotos que se tienen que borrar, porque para borrarlas hay que volver a verlas. Entre princesas y tortugas, entre adioses y secretos que por ser secreto se ocultan. No te vayas, a veces es lo peor que podemos decir. No te quedes, ni siquiera tiene que pronunciarse. Ella me pide que confié en ella sabiendo la vida que llevo, pero si el diablo sabe es por diablo y viejo.