Creo que mi psiquiatra se equivoca, no en todo. Pero si en la parte donde mi cuerpo dice y exige que acepte el mundo real. Porque, creo que el mundo real es aburrido y tanto lo creo, que el mismo mundo real conspira conmigo para volverse... digamos... más interactivo.
Tengo al rededor de dieciocho días encabronadamente feliz, con algunas bajas claro está, como depresiones, apatías y cosas por el estilo que sé, son mas culpa de mi inestabilidad emocional que, esta vez sí, de la realidad.
Dieciocho días que he compartido con una señorita por de mas, interesante, digámosle así. Con una personalidad dragona que hace de mi personalidad pit bull, su mascota. Tras una larga historia de rechazos colectivos y mutuos, y a pesar de nosotros mismos, logramos estar juntos, quien sabe por cuánto tiempo, pero eso si, por el momento y encabronadamente feliz de este presente.
En fin, el tema a tratar, es que en realidad la vida no es ese aburridísimo cuento donde uno va a trabajar, comer, escuela, tareas y dormir. Fin de semana, arreglar la casa, lavar ropa, emborracharse y dormir, a veces. No. No es así, sucede que aunque ella no se ha percatado en su totalidad, porque de algunos eventos si y de otros los he hecho notorios. De verdad, "el universo entero está conspirando para que todo salga a pedir de boca", de verdad, no tienen una idea de lo fascinante que es encontrarse, cada que salgo con ella con situaciones tan atípicas, que parecen dignas de la película "la vita è bella". Así y con toda la onda donde el tipo le grita a María, (según esto la virgen maría) que le aviente la llave del corazón de ella, y una tal maría, (dueña del departamento donde estaban "coincidentemente" parados" y que siempre que su marido llegaba le gritaba "María, la llave") le avienta una llave. De esa índole, han pasado los sucesos, repito, muchos sin que ella los note.
Así que me puse a pensar, sinceramente, la vida es el juguetito de nuestra mente y nuestros deseos, solo basta querer algo de corazón, de forma pura y sincera y sin otra expectativa, que el de hacer algo bueno con ello. ¿NO me creen? Estoy de prueba viviente.
Tengo al rededor de dieciocho días encabronadamente feliz, con algunas bajas claro está, como depresiones, apatías y cosas por el estilo que sé, son mas culpa de mi inestabilidad emocional que, esta vez sí, de la realidad.
Dieciocho días que he compartido con una señorita por de mas, interesante, digámosle así. Con una personalidad dragona que hace de mi personalidad pit bull, su mascota. Tras una larga historia de rechazos colectivos y mutuos, y a pesar de nosotros mismos, logramos estar juntos, quien sabe por cuánto tiempo, pero eso si, por el momento y encabronadamente feliz de este presente.
En fin, el tema a tratar, es que en realidad la vida no es ese aburridísimo cuento donde uno va a trabajar, comer, escuela, tareas y dormir. Fin de semana, arreglar la casa, lavar ropa, emborracharse y dormir, a veces. No. No es así, sucede que aunque ella no se ha percatado en su totalidad, porque de algunos eventos si y de otros los he hecho notorios. De verdad, "el universo entero está conspirando para que todo salga a pedir de boca", de verdad, no tienen una idea de lo fascinante que es encontrarse, cada que salgo con ella con situaciones tan atípicas, que parecen dignas de la película "la vita è bella". Así y con toda la onda donde el tipo le grita a María, (según esto la virgen maría) que le aviente la llave del corazón de ella, y una tal maría, (dueña del departamento donde estaban "coincidentemente" parados" y que siempre que su marido llegaba le gritaba "María, la llave") le avienta una llave. De esa índole, han pasado los sucesos, repito, muchos sin que ella los note.
Así que me puse a pensar, sinceramente, la vida es el juguetito de nuestra mente y nuestros deseos, solo basta querer algo de corazón, de forma pura y sincera y sin otra expectativa, que el de hacer algo bueno con ello. ¿NO me creen? Estoy de prueba viviente.
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