PEQUEÑISIMOS METEORITOS APOCALIPTICOS

Dile a tu mundo que compartiste memoria con un extranjero, uno de esos que aparecen una noche de lluvia con el único motivo de causar pequeñas explosiones en el pecho, huecos en la memoria, inundaciones en los párpados.

Que dejamos un cuento escrito a mano con dos caligrafías al unisono para seguir siendo personajes de distintos cuentos de amor roto. Cuentos donde esporádicamente, cada tanto, el mundo del otro se mete sin permiso en el propio, despertando a una infante nostalgia dormida en lo mas profundo de cada quien; leves tintes de tristeza, soplos de un lejano... todavía.
Siempre seras la única que podrá hablarme de unicornios y ponis, de arcoiris y mundos rosas, de derrochar miel y cursilerías al por mayor...

Pequeñisimos meteoritos apocalípticos dentro de mi órbita, fotografías nucleares que guardo en la cabeza, el botón rojo de una vida autodestructiva, de un ajeno a la vida misma...