Aquí te matan si no te haces más fuerte, pero la primera
posibilidad nunca desaparece. Hay veces que a plena luz del día y hasta las
sombras se desvanecen. No son depresiones son tormentas en mi vasito de agua,
veo como las sonrisas atraviesan océanos y en mi costa fraguan. ¿Quieres hablar
de dolor? Niño, yo no doy cátedras gratis. Las cambio por alcohol. Los ángeles
son más hermosos por estos terrenos, pero como son caídos te roban tus alas, te
suben al coche, traban el acelerador y cortan los frenos. Aquí somos perfectos
no remedos de genios, al más minúsculo error quedamos proscritos de este
maldito gremio. Las noches se hicieron para escribir a oscuras y no vernos el
odio, competir para ganar y como gustamos de la soledad abarcar todo el jodido
podio. Tenemos dos caminos, la puta inmortalidad en la memoria colectiva o unos
cuantos añitos y llevarla en tu memoria de por vida.
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