Tengo la vista con la pronta decisión de abandonarme poco a poco, cada día enfoco menos y la llevo más cansada, pronto por los lentes. Mi rodilla con lo mismo, cada que hace frio, duele horrores y yo que la ignoro y sigo caminando de algún lugar extraño a otro. Sigo igual de flaco con un poco mas de forma. Con mis historias tontas, mis cuentos y una fe más que testaruda quizás algo idiota. Dice mi cerebro que si no lo dejo en paz unos minutos, se larga para narrar otra historia. El corazón va por las mismas, está harto de mi necedad y ya me ha dado varios ultimátum, te prometo que la ultima y nos vamos. Sigo viendo el mundo como quiero cuando quiero, en este mismo instante ocurren una serie de sucesos impresionantes, el mundo entero cronometrado con exactamente todo lo que pido y quiero, ojala que ella se diera cuenta de lo fácil que resulta todo cuando lo pides. Deje la bebida por la medicación y deje de salir por aquello de la falta de emoción. Hoy en día prefiero estar con unos pocos, con música rap y bebidas en la mesa, juegos de algún tipo y platicas lúdicas y serias. Con mi chica en su casa o en la mía. Yo solo en cualquier parte, con un libro, una película, un cuaderno o la nada que es mi todo cuando pido una mitad de tiempo. A mis trece, parezco de 27 y me cronometran 23, así como voy quizá no llegue ni a fin de mes.
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