HOY TRABAJO DE ALBAÑIL.

He tomado la labor de un albañil con recursos de poeta, un escritor con menesteres de sastre. No tengo idea como empezar a construir un corazón y no creo que sea buena idea tomar de modelo uno deshecho como el mío, tendré que rebuscar en el cajón de algún Dios de talla máxima y robarle algunos planos. Pondré algunos tabiques “te quieros” a los que uniré con hechos y resanaré en promesas, para pintarlas con miradas que lo dirán todo. Colocare cimientos, de momentos y sentimientos, unos cientos. Con cuentos pintare la fachada para que se vea bonito y recubriré en verdades para que la lluvia no despinte el acabado. Un techo de detalles, regalos y piropos clavados con regaños, peleas y reproches para que gane peso y no se lo lleve el viento. No sé cuanto tarde y vida no me importa, me divierto en mi trabajo y solo espero ver los frutos conforme vaya avanzando.