Trin, trin, trin, trin...
Empecé aquí por ella, de una manera totalmente distinta a como hoy la veo.
Una despedida nunca es buena, por eso mejor te alcanzo haya. Eso reconforta. Por que, ¿sabes? Sé el motivo preciso de esta misantropía tan férrea a la que me abrazo.
Una despedida nunca es buena, por eso yo me iré sin decirle a nadie.
Hoy, soy un mono apático a los experimentos de la vida. Al menos eso parece.
A veces una mirada apática se confunde con una cansada. Una actitud conformista con una precavida, cobarde, temerosa.
A veces la distancia se confunde con lejanía. A veces el silencio se confunde con desprecio.
Hay que aprender a leer, antes que un libro, los ojos.
Una despedida nunca es buena, quiero creer que por eso no nos despedimos.
Empecé aquí por ella, de una manera totalmente distinta a como hoy la veo.
Una despedida nunca es buena, por eso mejor te alcanzo haya. Eso reconforta. Por que, ¿sabes? Sé el motivo preciso de esta misantropía tan férrea a la que me abrazo.
Una despedida nunca es buena, por eso yo me iré sin decirle a nadie.
Hoy, soy un mono apático a los experimentos de la vida. Al menos eso parece.
A veces una mirada apática se confunde con una cansada. Una actitud conformista con una precavida, cobarde, temerosa.
A veces la distancia se confunde con lejanía. A veces el silencio se confunde con desprecio.
Hay que aprender a leer, antes que un libro, los ojos.
Una despedida nunca es buena, quiero creer que por eso no nos despedimos.
Trin, trin, trin... que te lave la lluvia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario