Vuelvo a mi estado clásico,
el puto estado anímico,
que caracteriza este cuaderno,
cortarse las venas con las letras
e inyectarse la tinta cual veneno,
llorar por llorar sin saber para quien
van las lágrimas que huyen,
quizá solo se van porque ni ellas hoy te quieren,
quizá sea la forma en que los recuerdos se destruyen.
Suelto toda el alma y veo como se diluye,
lo que antes era dolor hoy es aceptación
y a mi ya no me queda mas que pláticarle al sol,
que me he ido con tantas cuando la luna brilla,
que la muy hija de puta me llama fácil
y si, supiera que tan difícil soy;
sabría que no por ser un astro me iré con ella,
en vez de eso, prefiero alguna oscura estrella,
una que brille al fondo a la derecha,
y que me eclipse el día de hoy,
mañana ni me recuerde
y ayer me ame como soy.
2 comentarios:
Hola amigo, que bellas palabras, reflejas muy bien un estado de ánimo terrible.
A veces escribir es una buena catarsis, como en este caso.
Un abrazo.
ESTOY CELOSA, YA ME ENFADE HAHA
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