CONFESIONES DE CAFÉ 14.

Hasta el tope de la rutina. Rodeado de mujeres imposibles, y no es que sean demasiado para mí, es que yo soy demasiado extenso. Yo no soy México, o España, yo no soy un país; mama, naci soñador, viajero por obligación. No es que sea aburrido por no salir a fiestas, es que estoy cansado de la misma gente divirtiéndose y el mismo ambiente, quiero más; explorar selvas, ríos, continentes viejos, vidas lejanas. No es que no amara a Marcela, es que me hubiera quedado ahí para siempre y el alma jamás me lo perdonaría. Mama, mírame, soy un artista de pies a cabeza, sudo arte, escupo pintura, meo letras, sueño párrafos, sangro palabras nunca dichas.
Soy de esos pocos hombre que nacieron para no ser nadie, siéndolo todo, de esos fantasmas alegres en ciudades nuevas, de esos que nunca descansan hasta que ya el cuerpo no puede y los ojos encuentran, hasta que el corazón se detiene y la soledad se siente. Soy de ninguna parte. Porque ninguna parte es tan extensa.