Escribo en la punta de una luna gélida,
toco una melodía elfica en mi flauta mágica,
perdí a mi compañera, una hada viajera
la perdí en el bosque Vivo;
me quede dormido y desperté sin ella
hoy, toco las canciones de antiguas generaciones
desde las de mi pueblo hasta las prohibidas
espero a que el capricho del viento
le lleve las notas cual misivas de esas que poco escribo
mi anfitriona llora con cada tonada nueva
y cada vez que callo su luz se apaga;
es a lo que ustedes llaman luna nueva
las notas vuelan al rededor del cuadro dibujan mi imagen
y yo al margen me mantengo del todo
hoy no quiero nubes rosas me conformo con el lodo
de la selva mojada donde le dispongo
alojo a la ausencia de ella en la humilde morada
de este duende kamikase que con el suelo se estrella
cada que piensa verla, y se arroja e seco a la caída
olvidando que perdí mis alas con la primer lágrima que callo solida
al estanque aquel donde mi reflejo se contempla
como a un templo en aquella distante tierra.
la perdí en el bosque Vivo;
me quede dormido y desperté sin ella
hoy, toco las canciones de antiguas generaciones
desde las de mi pueblo hasta las prohibidas
espero a que el capricho del viento
le lleve las notas cual misivas de esas que poco escribo
mi anfitriona llora con cada tonada nueva
y cada vez que callo su luz se apaga;
es a lo que ustedes llaman luna nueva
las notas vuelan al rededor del cuadro dibujan mi imagen
y yo al margen me mantengo del todo
hoy no quiero nubes rosas me conformo con el lodo
de la selva mojada donde le dispongo
alojo a la ausencia de ella en la humilde morada
de este duende kamikase que con el suelo se estrella
cada que piensa verla, y se arroja e seco a la caída
olvidando que perdí mis alas con la primer lágrima que callo solida
al estanque aquel donde mi reflejo se contempla
como a un templo en aquella distante tierra.
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