Platicando con mis sombras, contándoles que me gustas tanto.
Arruinando el mundo exacto, reconstruyendo mis ruinas, olvidando el favor.
Enramando el aire, dejando crecer mis frutos y si ya sé,
ese árbol se ve lejano pero quizá si duro un poco mas de pie.
Deja al ruiseñor, me gusta como canta, creo que fue después y por despecho.
Colibríes volando en la tormenta y esta necedad que nunca amaina.
Nada de mujeres cuando son de verdad, prefiero a las putas
y hasta con ellas, travieso, existen códigos de ética y moral.
Me gustan estas alas gracias por ayudar,
pero es tiempo de cosecha y las lluvias no le harían bien a este lugar.
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