PRINCESA

Soy equilibrista mujer, compensaría tu exceso de caídas princesa, por aquello de que sientes la rotación de este planeta. Dime, ¿estás triste? ¿Cuánto llevas fuera de tu reino? ¿No lo encuentras? Vámonos de viaje a buscarlo hacia ninguna parte. Trato de ser guapo en la medida de mi tolerancia, solo para ir a recogerte cuando salgas del trabajo y me presumas con tus amigas. Te ves bonita con ese peinado nuevo, cuéntame, ¿te peinaste para mí? Porque eso haría que te vieras aun más guapa. Y esa falda, ¡por dios! se te ve tan bien. Óigame princesa, ¿qué hace usted por estas calles? Aquí solo vivimos poetas y borrachos de esos que la gente tacha de nunca haber crecido. De esos que dicen que nunca triunfaron. No les cuentes el secreto pero triunfamos desde que decidimos salirnos del camino y ellos siguieron sin preguntar ni a donde iban. Pero aun así no son caminos para una princesita. Aquí solo andamos hombres derrotados por alguna cara bonita, alguno que se fallo así mismo y otros que no saben que buscan pero saben que no buscan lo de los demás. Deje que la escolte la llevare a su altar, quizá podamos pasar antes a mi casa y platicar. Hablar un poco del clima de su mundo y contarle del hambre en el mío. Quizá hasta me deje invitarle un café pero sin azúcar que se me acabo hace días. Quizá si no le incomoda y a usted le parece bien podamos tomarnos de la mano mientras lloro sin razón aparente, mientras le confieso que es usted la cara más bonita que estos ojos hayan tenido la suerte de ver. Si aun no se ha asustado tal vez me deje darle un beso de esos que solo damos los artistas, de esos que no buscan nada sino dibujarla una sonrisa y saber a qué le sabe el alma. Y cuando usted quiera quedarse ya sera hora de irse porque a la última le di demasiado y se quedo con todo. Me hecho de una patada afuera y seguí mi camino intentando olvidarlo todo.

Y si no es mucho atrevimiento, tal vez hasta pueda llamarla otro dií para decirle que se ve mucho mas bonita que la primera vez que le vi.