No seas tan necio travieso serafín, si el corazón ha quedado
erosionado por la sal de aquellas tantas, si la razón se vuelve paralitica y la
locura hace gala de habilidad. Si la fábrica recomienza sus funciones y hecha
el motor a andar, los engranes se movilizan y esta ciudad entera vuelve a
respirar bajo pretexto mortal de repetido atrevimiento por la misma y perdida
causa. Soñar mata soñador, mejor vuelve a la cama que te espera otro montón, lo
tuyo no es la exclusividad ni poner tu ropa en una sola maleta ajena sino
repartir tus prendas entre viajeras varias y seguir en tren lo que se suponía
por cielo.
Hablemos de ti, para no decirte lo muchísimo que te quiero.
Hablemos de ti, para no decirte lo muchísimo que te quiero.
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