Mirándote los defectos desde mi pedazo de ciudad, recostado en mi pedazo de
la cama, encerrado en un cuarto minado y mi pedazo de dolor.
Hoy que no te tengo y que no ocupas mi tiempo sigo con los mismos siete
libros que no leo, con el separador exactamente en la misma hoja que cuando te
dije: me voy lejos. Los mismos cuatro cuentos que no acabo de escribir, deje a
chahua en el banquete y a Ignacio con los cisnes, a enrique antes de marce, a Sergio
en los mismos ojos y al otro sin saber que responder. Tengo el mismo cuadro
montado en el caballete, con las mismas pinceladas pero con más polvo. Tengo tu
chamarra, tu brassiere y una foto. Sigo con la misma imagen tuya en la cabeza,
la de la braguita blanca y mi camisa semi abierta.
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