9.03.2011

NO SE LO DIGAN PERO...

Se lo dije al oído con mis brazos rodeándola casi suplicando: vida no te vayas. Colgado de su luna, recargado en su cuello y oliendo su perfume de vainilla y bayas para grabarlo en la memoria. Aferrado del momento en que sabia seria la última vez que la abrazaba de esa forma. Con ganas de ser sus ganas, con la desesperación de no hacerla entender que éramos el uno para el otro, que tenía que ceder. Que me había equivocado, que ella era más lista; no podía darse el lujo de hacer la misma estupidez.
Le llore de veras como se llora a un sueño, le extrañe en la espera de saber que no era ella. Matice de indiferencia lo que era resignación, que le di la última palabra y ella me escribió en el corazón, un poema de amor que remato con un... pero no y adiós.
Si te escribo a oscuras es para no mirarme el odio y es que para ser sincero no te soporto y menos cuando no te veo y me muero de ganas de besarte esa boca con sabores a...

¡Madre mía! Dile a ella que regrese el tiempo, que hoy ya nada se arregla pero ayer... hubiese sido perfecto.
Voy a cerrar los ojos esperando que aparezcas y si apareces por milagro, amor mío te lo juro que... me largo.
Que soy irreductible cuando después de dar mil rodeos y evitarlo me decido en algo, porque tengo mis motivos, mis razones y mis mañas, las mismas que me ayudan a no morirme cada día que despierto sin tu boca en las mañanas.
Hay cariño, que me aburre tanto el mundo que si por mí fuera, no levanto mi culo de la cama ni un minuto. Y es que, qué importancia tiene si haya afuera no te encuentro y sin tu risa tonta a mi me aburre hasta la muerte, suerte que esta vida es pasajera y quizá mañana muera, que seguir aquí sin fin sin ti... bueno dicen que no es bueno estar pensando en el infierno.
Me queda por decirte una infinidad de estupideces pero prefiero acabar con un: hasta luego cariño, te extraño para siempre, espero verte cuando seamos libertad en movimiento, fuera de estas cárceles a las que llaman cuerpos.

2 comentarios:

Bobby Coke dijo...

Abrir el puño y ver cómo se desprende, lentamente, de la palma de tu mano aquella otra que pensabas que sería una prolongación de tu cuerpo por siempre.

Volver a abrir los ojos y ver como se escapa la espalda que mil noches fue tuya.

Caminar despacio hacia atrás, hasta que la fria pared te refugie el llanto de un duelo que nunca terminará.

rogman dijo...

no mames trepo me sacaste lagrimillas we eres una riata...

LIBRERO DE RAP DE CAFÉ

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