8.02.2011

MONO SEDADO.

Para mi mal sicótico, tus besos astringentes.

Pero no me interesa, porque ya no quiero curarme. Soy un mono de laboratorio que experimenta consigo mismo mientras los demás también lo hacen y el experimenta con los demás y así sucesivamente, somos experimentos de las personas que nos rodean, experimentos de nosotros mismos, experimentos fallidos de las personas que se fueron y nos dejaron varados, abandonados.
Todo yo soy una serie de defectos, un error que produce más errores, errores que me producen a mí.
Tú serias la vacuna de la bacteria esta, del virus. No te quiero, estoy tranquilo con mi mal. Al menos estoy descubriendo caminos nuevos, nuevas formas y contigo ya se a donde va aparar todo ese rollo de la sanación. Curarnos y dejar de experimentarnos para seguir el proceso de sanación establecido, para morir al final, totalmente sanos y limpios, sin heridas, sin estigmas, hematomas, cardenales, moretes u otras huellas del virus que somos. Totalmente herméticos a la experimentación vasta que la vida nos ofrece, sanos y aburridos, sanos e idénticos.
Soy un mono de laboratorio que entendió aquello de la experimentación; es mejor entregarse y divertirse con los efectos secundarios que desembocaran en la improrrogable muerte, que luchar contra lo inevitable de los estudios y ensayos a los que se les denomina vida, mejor ser voluntarios de las pruebas más peligrosas, así seremos mejores monos.

Te prometo amor eterno solo si nos autodestruimos… lentamente.

1 comentario:

Antonio dijo...

Que genial interpretacion de la vida, mejor experimentar sin miedo para ser un mejor mono!

LIBRERO DE RAP DE CAFÉ

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