5.03.2010

CAER.


Y de repente caí.
¡Hay madre por Dios!
Que estoy cayendo
y no puedo parar ahí.

Y de repente caí.
¡Hay madre por Dios!
Que si llego al fondo
no querré salir de ahí.

Estoy cayendo entre la aurora de sus ojos,
resbalando por su niña, rebota con su iris
y ahora, no se en donde estoy.
Caigo por su mirada y no se donde pararé,
no me olvido de su rostro creo que me enamoré.
Y es que no entiendo que yo no sirvo para esto,
pero por lo menos, cuando empiezo, estoy contento.
Todo lo bueno acaba, por eso, no busco cosas buenas,
busco la perfección en cada mirada que suena.

No hay comentarios:

LIBRERO DE RAP DE CAFÉ

Shelfari: Book reviews on your book blog